¿Sabías que envolver a un bebé es una costumbre ancestral que aún muchas mamis practican? Esto recrea la sensación del vientre materno y ayuda a que el bebé se sienta seguro y calientito lo cual promueve el sueño y los ayuda a dormir tranquilamente una siesta.
Si decides envolver a tu bebé es muy importante que te asegures de hacerlo correctamente, ya que existen riesgos asociados a esta técnica mal ejecutada y puede favorecer el Síndrome de la Muerte Súbita del Lactante (SMSL):
No se recomienda el uso de esta técnica para tiempos prolongados sino para situaciones concretas, como por ejemplo calmar el llanto del bebé o promover el sueño. No usar la técnica para que el bebé duerma toda la noche ni periodos prolongados.
Al envolver a tu bebé, evita que sus piernas queden estiradas y muy apretadas. Eso puede aflojar sus articulaciones y dañar el suave cartílago de las articulaciones de su cadera, provocando displasia de caderas. Para prevenir esto, asegúrate que haya suficiente espacio en la parte de abajo de la tela o manta para que tu niño pueda doblar sus piernitas. No debe estar apretado como un tamalito, de la cintura para abajo debe estar suelto para que tu bebé tenga liberta de mover y doblar sus piernas.
Se recomienda envolver al bebé solo cuando está recién nacido, hasta los 2 meses como máximo, que es cuando probablemente empiece a darse vuelta.
Siempre hay que acostarlo boca arriba, nunca boca abajo para evitar la asfixia.
Se debe utilizar una manta muy delgada para evitar el sobrecalentamiento. Se debe estar atento a signos como sudor, cabello humedecido, mejillas sonrosadas, sarpullido o respiración rápida.
Envolver a los bebés puede ayudar a calmarlos, pero no hay mejor solución que los brazos de mamita o papito sintiendo su voz, calor, latidos de corazón.
Antes de envolver al bebé es conveniente elegir el momento adecuado para hacerlo, preferiblemente cuando ya haya comido y esté cambiado.
Hay bebés que les gusta estar envueltos, pero también hay otros a los que no les gusta sentirse “aprisionados”, por lo que hay que observar su comportamiento y si a tu bebé no le gusta simplemente no hay que usar esta técnica.
¿Cómo se envuelve a un bebé recién nacido?
Extiende una manta ligera sobre una superficie plana y dobla el extremo superior derecho aproximadamente 6 pulgadas (15 centímetros).
Coloca a tu bebé de espaldas (boca arriba) sobre la cobija de manera que su hombro quede a la altura del doblez.
Estira el brazo izquierdo del bebé hacia abajo, junto a su cuerpo. Toma la esquina de la tela que está cerca de la mano izquierda de tu bebé y dóblala hacia el lado opuesto, sobre su brazo y su cuerpo, metiendo el extremo que sobresale debajo de su costado derecho y su espalda.
Estira y baja el brazo derecho del bebé. Toma ahora la esquina de la tela al lado de su mano derecha y dóblala hacia el otro lado, sobre su brazo y cuerpo, metiéndola bajo el lado izquierdo del cuerpo del bebé.
Agarra el extremo inferior de la manta y dóblalo por detrás del cuerpo del bebé, dejando suelta la manta y asegurándote de que el bebé pueda doblar las dos rodillas, mover las caderas y separar naturalmente las piernas.
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